Democracias asimétricas.
Esta semana han coincidido un par de noticias judiciales que indican el estado de madurez política en el que se encuentran dos estados próximos en la distancia, pero notablemente separados en aquel aspecto. Por un lado, el Tribunal Supremo admite a tramite una querella del sindicato ultraderechista Manos Limpias. El delito por el que se le acusa es de prevaricación por su actuación en el proceso que inició por la desaparición de personas durante la guerra civil y el franquismo. Un juez que trabaja por esclarecer unos hechos ilegales, el cual cesó hace unos meses, se encuentra acusado por el Estado que no se ha dado cuenta todavía de la necesidad histórica que padece. Por otra lado, la Alemania de Merkel decide anular las condenas nazis por alta traición rehabilitando así a 130.000 (mas de un 20%fueron ejecutados) militares procesados durante la II Guerra Mundial. Identificar las víctimas del franquismo, malenterradas en las cunetas de los caminos rurales no es posible en un país con tan poca memoria y con una clase política que hace tiempo que tenía que haber tomado la iniciativa y no estar enfrascada en asuntos sin transcendecia en la ralidad de sus gentes. No sólo no es posible sino que procesan a quién lo quiera llevar a cabo. Es hora de mirar a la cara de nuestro pasado y acabar lo que con tanto boato se comenzó en la Transición. Aquello fueron las formas. Ahora toca el fondo.
Leave a Comment